Incógnita desconocida
Una hora y media después de que llegó Damián a su casa, Jacinto se animó a abrir un tema que lo tenía preocupado, y le dijo a su amigo: "Che Damián, ayer escribí esto, te lo quiero leer a ver que opinás:
"pues... el encuentro con el fracaso....
el miedo a perder, perder tiempo, perder en el examen,
es mucho más fuerte de lo que me imaginé, este miedo
a no valer nada, a no servir, a ser estúpido...
Pero yo no estudio para demostrar nada a nadie, ni a mi mismo,
se supone que es para aprender y para entrar, meterme en los códigos,
quiero entender y manejar estos lenguajes,
para este cambio que quiero que ocurra...
No es por otra cosa, no , no lo es..."
Damian- Wah, bueno... ¿Vas a estudiar entonces?
Jacinto- Sí... pero no tengo ganas...
D- ¿Te da miedo?
J- No se, no entiendo si es miedo u otra cosa.
D- ¿Qué otra cosa podría ser?
J- El viaje de la vida, que siga por otro lado...
D- Claro, y..¿por dónde?, seguir con la pintura y el arte ?
J- No... No ! Eso no...
Pasaron unos segundos en silencio... Miradas hacia la nada... Hasta que Damián quebrantó con la siguiente afirmación: "Bueno, respirá, salí a caminar, pero... es una ecuación que ya está resuelta, pensá que solo tenes que ver como acomodarla para entender.
Jacinto salió, y mientras cerraba la puerta sintió que se la abrían veinte caminos en su cabeza; y que cada vez más lejos estaba de entender. Entonces inspiró el aire fresco del pasillo, y exhalando entregó sus dudas al viento, decidido a caminar.
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